sábado, 19 de julio de 2008

Conversaciones sobre el amor I

Qué hacemos con los nudos en la garganta cuando se deshacen bajo el inmenso cielo de las palabras que escriben dos manos que golpean las letras como si fueran las teclas de un piano… todo el día ha habido un montón de cosas por decir, después alguien lo dice mejor que uno, sin pretensiones, y como quien no quiere la cosa las diplomáticas historias de un día se tejen como si detrás de las agujas y el hilo no hubiera nadie, lo mismo que intento yo aquí, con nefastas consecuencias, desde ahora que nadie me lee mas que yo, sé que nadie me va a entender.

“El amor es un invento” dice alguien en mi cabeza que recuerda la conversación con un amigo de hace unos días... las mujeres pensamos que el amor es, que el amor finalmente un día es, los hombres, que el amor se inventa todos los días, esa es la diferencia entre nosotras y ellos, lo mismo que decir que los hombres piensan que el recorrido más corto entre dos puntos es una línea recta, y las mujeres que la mejor forma de llegar a la meta es zigzagueando, sentencia que le valió la corona a la señorita Venezuela en el último concurso de Miss Universo, eso contó el de las manos de pianista de arriba, yo me lo perdí porque eso del reinado está tan fuera de mi agenda que no me lo topo ni por azar en las noticias de televisión... Sin embargo hay momentos en que los besos se saltan todas las diferencias, Zigzaguean, de pronto levantan el vuelo, se clavan en picada y entonces es como dice una amiga (que es más mujer que cualquiera), "es como si fuéramos una matica y nos echaran agüita", así nos sentimos nosotras, y entonces el amor que ellos se inventan se vuelve como el de Darío Jaramillo y tal vez, con un poquito de suerte, empieza a ser.