La soledad es la mejor compañía, fiel como ninguna, imposible quererla una vez y no quererla dos, una vez que te concede todos tus deseos es inevitable no volver a buscarla. Comprensiva como la mejor de las nanas es el único camino del exceso que no se agota, imposible más libertad, imposible más paz, es el único amante al que uno puede serle infiel cuantas veces quiera, y al cabo de todas ellas regresar a sus brazos tan abiertos como silenciosos sus labios, ni un solo reproche le escucharás jamás, ningún juicio, nunca un no, nunca la suplica de que cambies, no habrá nada de ti que la pueda asustar. No hay lugar para conocerse mejor, ningún otro posible, porque sólo en su presencia podemos ser quienes realmente somos, a cambio no pide nada y si uno la sabe consentir, no hay nada que no tenga para dar, tan sólo conociéndola se puede estirar y encoger el tiempo a placer… y hablando de placeres, cuál de ellos no se experimenta si uno deja de combatir inútilmente con ella, no conozco ninguno. Fue mi primer amor, y no ha habido otro igual, aunque diga lo contrario, aunque la haya negado más de tres veces, no podría vivir sin ella, y a estas alturas me pregunto, ¿quién podrá superarla?
4 comentarios:
Ya me hacia falta Lo Profano, recordé a Café Tacuba, y si no digo más es porque también me tiene abrazada la soledad. Hablamos Ana.
Claudia Robayo
hay!
Tenés toda la razón ahora que de infiel he vuelto a ella. Luis F.
Parece que ser que cuando leo varios de tus "profanos", es como si de alguna forma, me viera reflejado en ellos, que puedo decir de este, no te miento que alguna lagrima intento salir de la emocion de saber que la soledad, vista como la pintas, es la mejor complice de la vida.
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