Me queda también para siempre Urbánicos, trabajar con los pelados fue el mayor de los retos de este año, el más grande esfuerzo emocional para dejarse cuestionar cada minuto por la realidad de otro que es tan otro, tanto por su condición de adolescente como por su condición social, y al final sentir que somos mejores que antes, tal vez de una manera sutil, imperceptible, pero ninguno de nosotros, los niños y los adultos, fuimos los mismos de antes.
Este año encontré a dos nuevas compañeras de viaje, Cris y Margarola, también se van conmigo; se quedan otros que no alcanzaron ni siquiera a ser amigos… me reencontré con un jefe con el que todavía estoy dándome espacios, reconocimientos que nos debíamos, sin embargo perdí a otro jefe, uno de los que más me gustaba, se terminó hace rato el duelo profesional y personal, se queda atrás la posibilidad de hacer cosas juntos y de hacernos amigos en el camino… me acompañarán los buenos amigos de siempre, que estuvieron tan presentes esta vez (en gran medida gracias al Messenger, bendito descubrimiento de los gringos), y los grandes momentos que compartí con ellos, como el cumple de
Me llevo los instantes que pasé con aquellos que la vida trajo sólo de paso, las risas que me regaló Manuel con su humor negro medianoche, los días del 2 al 6 de noviembre, los más apasionantes del año, con un príncipe azul de mentiras que al besarlo se convirtió en sapo, pero que mientras duró, me devolvió las mariposas en el estómago tan necesarias para la salud; el Encuentro Internacional Medellín 2007/ Prácticas Artísticas Contemporáneas, que desde que le vi el nombre supe que me iba a sacar canas pero que cuando por fin pasemos este duro parto será lo mejor que le ha pasado a esta ciudad en mucho tiempo (mucho más que la venida del rey de España, aunque Fajardo no lo crea); me llevo a Manuela que a pesar de la distancia es capaz de acompañarme y dejar que la acompañe.
No se pueden quedar por fuera las pequeñas cosas como la compañía que mi madre y yo hemos sabido darnos de vez en cuando, el descubrimiento del restaurante El Herbario; el profe con todas sus historias y su deseo, el Colombo y sus películas, el siempre Bunbury con Nacho Vega de regalo; el sexto y séptimo volumen de las dos series de libros que más me gustan…
(suspiro) Ahora sí, agarro mi morral lleno del amor que me profesaron y sobretodo del que me permitieron dar, que es el resumen de toda la lista que hay arriba, que no deja por fuera a nadie que debería estar y no está, que contra toda ley de gravedad no pesa nada y es lo que aliviana el peso de la ausencia de lo que se queda atrás, que es todo lo demás. Cierro la puerta, y antes de seguir miro atrás por última vez… tal parece que la vida sigue confiando en mí… me doy vuelta, emprendo el camino, sonrío, yo también sigo confiando en ella…
1 comentario:
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viva a sociedade da informação!
e imaginar que tudo isso começa com 0 e 1, repetidos à exaustão!
isso porque o código é binário (imagine se fosse terciário!!!!)
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