Este año hubo un montón de gente a la que no podría nunca darle de vuelta todo lo que a mi me tocó recibir desproporcionadamente casi siempre y que hizo de éste un buen año a pesar de los pesares, toca entonces (otra vez), poner aquí lo que no tiene precio, para devolver de a poco lo que voy debiendo de mucho. Una lista de regalos para la gente imprescindible del 2008.
Mi padre: que yo me gane el Baloto
Mi madre: que ella se gane el Baloto
Tomás: un gol
que le haga justicia al campeón
y que le lleve a las estrellas
como al cazador Orión
Miguel: que el mundo sereno, rosado y suave como de cobija cariñosita (ese mundo en el que vive hoy) crezca con él y lo haga un ser humano feliz
Marta: una miscelánea con cara de despensa, que opere en un barco, con muchas estanterías llenas de ideas felices y una alta mar gigante que contenga eso que no se puede contener
Carmen: este amor de caracol que le profeso a ese lugar que se llama Hogar, para que un día se sienta en un lugar más segura que en cualquiera
Juan Mosquera: una canción de Sabina que le ponga música a sus letras
Patricia: una funda de terciopelo para que guarde su propia guadaña
Cris: un millón de lágrimas para dejar por una vez de llorar de la risa y poder reír de la tristeza
Eduardo: un dos por ciento que le quite la sed y no se le acabe nunca
Mauricio Llano: el descanso del guerrero
Marcela Mosquera: todas mis cartas de amor para que las lea en sus noches de insomnio
Margarola: ni un día menos de exilio
Betty: el amor que resucite la esperanza
Beatriz: el amor que ya se acerca
Doris y Mario: que a donde vayan siempre se encuentren con alguien como ellos, para que sepan lo lindo que se siente visitarlos
j.: un empate en el partido, una vida real de sueño que le devuelva las demás letras de su nombre
Marta: una llamada al año de aquí a que nos muramos
Stefan: un hijo que se parezca a él
Pigini: un bar de salsa en córdoba, un último tango en París, una canción como la que él me regaló
Miguel: el don de fluir que sueña cuando sueña este país
Marc: una noche de amor, una sola donde no haya pesadilla
Fede: que Latinoamérica se alargue para que nunca se le acabe el viaje
Carolina Jaramillo: unas gafas azules para que vea azul a su príncipe gris
Sergio Restrepo: un sueño con Marilyn Monroe que le dure todo el día
Lucía: un paquete de croquetas de pollo que le sirvan para domesticar su monstruo
Claudia: un gran momento... de silencio... para que muy adentro... por fin haya paz.
6 comentarios:
Ana, gracias, el mejor de los regalos. Espero que este año avance un poco más hacia ese lugar del que hablas. Por ahora mi territorio, el único seguro hasta el momento, es aquel donde esté mi hija, mis amigas, mis amores. Por ahora ese territorio se alimenta de esos momentos de total armonía cuando caigo en cuenta de la serena respiración de las personas que amo.
Gracias a vos por este año, gracias por la calidez de tu casa, las largas conversaciones y tu apasionado corazón. Estoy llena de vos.
Basta de publicidad encubierta!
Lo Profano no puede desear Feliz Navidad!
Pigini
Jajajaj, muy chistoso lo que te dice Pigini... sea quien sea esa Claudia a la que le regalas me cae como anillo al dedo... si lo sabr'a el m'as profundo de mis adentros... un abrazo nena Feliz navidad Campanita!!!.
Claudia Robayo.
Gracias, muchas gracias a vos mujer tan bonita.
Un abrazo,
Marcela Mosquera
Que belleza!!!
está precioso
Feliz Navidad
Feliz Año
y mucho amor y paz en tu corazón
Te quiero
Julián
En cuánto trabajo te pusiste para poder regalarnos algo a todos.
Gracias, gracias, gracias.
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